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Si algo distingue claramente al escultismo de otras asociaciones infantiles y juveniles es la existencia de un método educativo propio con más de 100 años.


  • Educación en valores
    El escultismo es ante todo educación en valores. En la Promesa y la Ley scout se encuentran implícitos los valores del Movimiento Scout. Nuestra Ley incide y promueve valores como la hermandad, el servicio y la entrega a los demás, la libre aceptación y el respeto a las normas; la cortesía, la sencillez, la austeridad, la responsabilidad, la tolerancia, la solidaridad, etc.
  • Vida en pequeños grupos
    La definición más simple aplicada al escultismo es la de "escuela de ciudadanía". Realmente lo es por cuanto su método plantea la participación social como premisa básica. Sin obviar la atención individualizada, el escultismo potencia la vertiente social de la persona. Cada niño, niña y/o joven actúa inmerso en un pequeño grupo de compañeros. Este compartir tiempo y esfuerzo promueve las relaciones personales, la cooperación, el respeto, la tolerancia, la observancia de las normas comunes. Así se forma para la participación activa en el colegio, la familia, el barrio, la ciudad, etc. y se educa para la vida en democracia, para la igualdad, la paz y la solidaridad.
  • Educación por la acción
    Aprender haciendo, por la propia experiencia, es práctica habitual en la educación scout desde su origen. Cada cual ha de ser protagonista de sus avances; los educadores son sólo facilitadores de los medios adecuados para que chicos y chicas consigan por si mismos las respuestas en función de la capacidad de cada cual y según la edad.

    Esto se trabaja a través del Método de Proyectos, estrategia por la que se ponen en común intereses y expectativas, se eligen democráticamente las acciones a realizar, se reparte el trabajo, se realiza y se disfruta. Finalmente, se revisa todo el proceso y se aprende de fallos y aciertos, fomentando el enriquecimiento mutuo a través del esfuerzo compartido.
  • Vida en la naturaleza
    El aire libre constituye el entorno ideal para el desarrollo del Escultismo como método educativo. El contacto directo con la Naturaleza y su conocimiento cercano llevan a amarla profundamente y a sentirse plenamente integrado en ella; de ahí al desarrollo de actitudes de respeto y conservación y a la práctica de hábitos responsables.

    Asimismo, es un acicate para un mejor desarrollo físico de estas edades así como la adopción de hábitos de vida saludable. De otro lado, el marco natural potencia el desarrollo de valores a través de la convivencia, el esfuerzo compartido, las noches de velada junto al fuego, la superación de retos, etc.


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